Cada segundo se registran millones de selfies. Uno sube al Empire State o a la Torre Eiffel con el furor de tomarse una foto. Lo mismo ocurre al ver la panorámica de Londres en el London Eye o La Sagrada Familia. Si en Madrid activásemos un mapa de calor interactivo; la Sala Las Vegas de Madrid sería uno de los puntos más fotografiados.
Hace ahora 22 años que se encendieron por primera vez las luces parpadeantes de Bingo Las Vegas. Una sala pintoresca, con suelo enmoquetado, aire retro, jardín vertical, columnas doradas y con una seña de identidad: el cariño hacia su público.
Por la famosa sala han pasado desde ministros y personajes de la alta sociedad hasta tres generaciones de una misma familia. Y es que el nuevo concepto de bingo lleva instaurado en esta sala desde su creación. Las más de 1.000 personas que frecuentan la sala a diario han bailado, han cantado, han vivido actuaciones en directo de cantantes de renombre y de DJs internacionales o han interactuado con famosos televisivos y después, rotulador en mano, han tachado los números de su cartón en busca de un bingo.
El público siempre busca algo nuevo más allá de si su número sale o no sale. Lo tradicional empieza a no ser suficiente dentro del entretenimiento. Por eso esta sala pionera desde 1997 tiene tantos adeptos, presenciales y virtuales. Sus redes sociales acumulan casi
80.000 seguidores, todo un hito dentro del sector del juego.
Al margen de las tecnologías o las coyunturas, el futuro consiste también en la importancia del factor humano y en Bingo Las Vegas lo saben bien. ¡Por otros 22 años tan comprometidos e ilusionados con el público!